A todos, alguna vez, nuestra abuela nos dijo eso de "Estás hecho un artista"; a partir de ahí sólo la madurez psíquica del individuo cuenta para valorar si es un adjetivo movido por lo emotivo o un hecho real.
El pasado día 5 se cometío lo que es, a mi parecer, la mayor necedad de la historia en el mundo de la cultura; Curro Romero tomó posesión de su plaza como Académico de honor de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla.
¿Un torero académico de Bellas Artes?
Para explicarlo el diestro (y siniestro) comentó en su acto de investidura:
"como una armonía, una inspiración, una forma de expresar el sentimiento, como lo muestran el compositor con sus notas o el pintor con sus pinceles". "Los toreros, no somos matarifes; nuestro destino y nuestra voluntad es crear belleza"
¿No les suenan esas palabras? Creo recordar que la última vez que escuché algo así fué en una serie de televisión norteamericana.
Así pues, propongo a Dexter como candidato a la próxima plaza vacante. Es más, ¿no era la "Santa" Inquisición la que se basaba en preceptos místicos para torturar a la gente?
Propongo también a la "Santa" Inquisición al puesto de académico de Bellas Artes, oooo, a Jack el destripador, menuda finura en el corte!, oooo a Lee Harvey Oswald, desde qué lejos asesinó a Kennedy, y con qué puntería!.
He de explicar (para mi salud mental y moral) que en España existen más Academias de Bellas Artes, como la de San Fernando, donde se encuentran (de mis campos) entre otros Alberto Corazón, Cruz Novillo o Alberto Schommer, más que notables profesionales, y no necesitamos regirnos por una rancia institución anclada en el siglo diecinueve como es la de Sevilla.
Menos mal que existen otro tipo de entidades artísticas donde no se premia la cultura de barriga descomunal, copa de Brandy y puro, de la que Torrente es el máximo representante; y menos mal que la mayoría de la sociedad española entiende lo que es tortura y lo que no. Entiende que al igual que los presos torturados en Irak no consintieron ser torturados, los toros tampoco, por lo que supongo que tendría mayor apoyo la candidatura como académicos de Bellas Artes esta pareja, pues a uno le gusta azotar y el otro consiente ser azotado. Puestos a graduar la artisticidad del dolor, esto es mucho más artístico porque por lo menos, es consentido por ambas partes.
Nota para Curro Romero: Los fusilamientos del 3 de mayo de Goya, es arte basado en un asesinato. El asesinato nunca será arte. Y post data: El matarife sacrifica el animal para que los demás coman sin regodearse en el acto. No insulte a profesionales intentando degradarles por debajo de donde usted se encuentra.
1 comentario:
Amén.
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